El coste internacional del sometimiento exterior del actual gobierno español al régimen argelino está trayendo a España perjuicios internacionales de verdadera importancia, cada vez más aislado de los socios de la OTAN, poco creíble en la Unión Europea.
El infortunio, el aislamiento, el abandono y la pobreza son campos de batalla que tienen sus héroes
Victor Hugo (1802-1885) Novelista francés
RPRESS Pedro I. Altamirano. Málaga 11 diciembre 2021.- Todos los regímenes totalitarios tienen enormes fábricas de crear héroes populares. Argelia es uno de ellos, pero en el caso de Abdellah, ha contado con a inestimable ayuda del actual Gobierno de España, torpe aprendiz de totalitario, al servicio de sus maestros venezolanos, cubanos, o como en este caso argelino.
Nada más llegar al Gobierno como vicepresidente del cambio de casta, Pablo Iglesias, así me lo han contado y por tanto ni fui testigo ni puedo afirmarlo, le regaló un bote de crema dilatadora de la parte evacuadora trasera bajera, para lo que iba a tener que aguantar para estar en el gobierno. Buen regalo, ya que, del mismo modo me informan las mismas pocas creíbles fuentes, que Argelia le ha enviado un barco lleno de la misma crema, para que no se quede sin existencias y aguante lo que sea necesario. Desde entonces, la parte evacuadora trasera bajera del actual Presidente Sánchez, ha sido más visitado que la calle Larios de Málaga encendiendo las luces de Navidad.
Digo esto, y ustedes me disculpen, porque donde más botes de crema uso, fue cuando ordenó, o permitió, que un activista argelino refugiado en España con su mujer e hijos, me refiero al técnico aeronáutico argelino Mohammed Abdellah, tuvo que huir de Argelia por destapar parte de la corrupción de los militares en el poder, fuera expulsado de España y entregado a los mismos militares que destapo por corruptos. Una indecente acción que me hace sentir vergüenza como ciudadano Español, y como ser humano.
El auto administrativo de expulsión de Abdellah es infumable, indigno de una administración de un país europeo que presume de demócrata. Realizado a toda prisa, con premeditación y, sobre todo con una carga inmensa de inhumanidad. Lo peor de todo y más vergonzante, los responsables españoles jamás se interesaron sobre el estado jurídico y de salud en el que se encuentra Abdellah, como es de exigir con cualquier extraditado o expulsado por motivos políticos. Otra vergüenza más.
Nos llegan información de la pésima situación de Abdellah en Argelia, y del sufrimiento de su mujer en España con dos hijos pequeños. Una situación de pone a España en el punto de mira de los países poco fiable para los demócratas que necesitan asilo, más si son activistas contra Venezuela o Argelia. Sin duda, esta posición tan antihumanitaria y poco democrática del actual gobierno de España, es el precio, el peaje que debe pagar el PSOE a Podemos, para permanecer en el poder.
Pero hay más peajes, entre ellos los ex de la banda terrorista ETA, siempre protegida por el régimen totalitario de Argelia. Es cierto, y por ello nos congratulamos todos, ETA dejó la inútil lucha armada que tanto daño hizo a todos, pero, sin duda, continúa con su ideología cercana a la argelina, al margen claro está, de pagar favores recibido por la banda mientras estuvo operativa. Vamos entendiendo lo que los botes de crema para la parte evacuadora trasera bajera del actual Presidente español. Necesita del apoyo de Podemos y de los ex terroristas para mantenerse en el poder, y ambos, son afines al régimen argelino, a quién complace en todo aquello que pide.
La historia tiene un comienzo. Pedro Sánchez desprecia a Marruecos faltando a la tradicional primera visita de cortesía de los nuevos presidentes españoles, a favor de Francia, lo que significó toda una declaración de enemista contra un país vecino, y de la importancia económica, social, política y cultural como es Marruecos para España. La adversidad española contra Marruecos llega con la llegada irregular, y sin avisar por cortesía, del presunto genocida y líder de la banda armada Frente Polisario a España para, de forma supuesta, recibir tratamiento médico por motivos “humanitarios”, lo que ha supuesto la mayor crisis diplomática que se recuerda entre ambos países. Para colmo, la expulsión de Mohammed Abdellah.
El coste internacional del sometimiento exterior del actual gobierno español al régimen argelino está trayendo a España perjuicios internacionales de verdadera importancia, cada vez más aislado de los socios de la OTAN, poco creíble en la Unión Europea. Ha perdido la posición de privilegio en Marruecos, que nada quiere saber con el actual Gobierno español, y lo más perjudicial y loco desatino diplomático: poner todos los huevos en la canasta argelina.
Pedro Sánchez y sus botes de lubricante, han logrado lo que logran los totalitarios, crear héroes populares. Ha creado un héroe nacional argelino, que ya traspasa sus fronteras y se hace viral a nivel internacional. Mohammed Abdellah, es ya ese héroe que necesitan las revoluciones sociales, las causas justas. Abdellah es ya, en sí mismo, y de la mano de Sánchez, el motor que alimenta al movimiento Hirak, de toda la creciente y ya inmensa e imparable sociedad argelina que busca y exige libertad y democracia.
La revolución democrática argelina tiene al gobierno militar contra las cuerdas. Muestra de ello, la pésima participación ciudadana en el último simulacro de elecciones municipales argelinas, y la huida hacia delante de lo militares buscando distraer a una comunidad internacional, que cada vez los aísla más. Cuando el pueblo argelino recupere su libertad y la democracia que busca y se merece, Abdellah será un recuerdo continuo del cómo el gobierno Sánchez estuvo al lado de los totalitarios. La Argelia democrática recuperará su amistad y hermandad con Marruecos. España se habrá quedado sin derechos, aislada del Gran Magreb y su futuro. Eso sí con cargamentos de botes de lubricante acumulados en la Moncloa que seguirá necesitando con Nicolás Maduro.