Abdellah decidió publicar información para arrojar luz sobre la corrupción que estaba convirtiendo una de las instituciones de seguridad más importantes de Argelia en un medio para enriquecer a políticos de alto rango y funcionarios locales, quebrantando su principal obligación de proteger a los ciudadanos.
Málaga, 17 agosto 2021.- Mohamed Abdellah es un ex miembro de la Gendarmería de Argelia, cuerpo de las Fuerzas Armadas responsable de mantener el orden y la seguridad ciudadana en las zonas rurales. Trabajó como supervisor aéreo dentro de la tripulación de los helicópteros de Gendarmería. Sus principales funciones consistían en proporcionar apoyo en las comunicaciones aéreas y actuar como cámara, grabando imágenes diarias de vigilancia fronteriza para prevenir el contrabando y los tráficos ilegales en la frontera nororiental de Argelia con Túnez.
Con ocasión de su trabajo, Abdellah se dio cuenta del alto nivel de corrupción existente en dicha frontera, fomentada por oficiales de alto rango de la Gendarmería, y decidió participar en la lucha contra esta corrupción generalizada entre sus compañeros. Después de intentar alertar las autoridades en vano, terminó contactando con activistas anticorrupción argelinos dentro y fuera de Argelia para que le ayudaran a denunciarlo. Dos años antes de dejar su puesto en la Gendarmería se unió a activistas políticos, informándoles sobre sobornos y todo tipo de conductas deshonestas y fraudulentas dentro de la Gendarmería y de las autoridades locales.
Abdellah decidió publicar información para arrojar luz sobre la corrupción que estaba convirtiendo una de las instituciones de seguridad más importantes de Argelia en un medio para enriquecer a políticos de alto rango y funcionarios locales, quebrantando su principal obligación de proteger a los ciudadanos.
Temiendo por su vida ya que su identidad corría el riesgo de ser descubierta, salió de Argelia hacia España el 8 de noviembre de 2018. Solicitó protección internacional a las autoridades españolas, con fundado temor de persecución y riesgo real de sufrir daños graves en su país de origen por sus convicciones políticas. Se mudó al norte de España por temor a que agentes de los servicios secretos de Argelia pudieran estar operativos en el sur de España, y que eventualmente pudieran localizarlo y dañarlo.
Mohamed Abdellah no ha renunciado a llevar a cabo acciones anticorrupción y ha llevado esta lucha a las redes sociales. Su credibilidad y su firme resolución le valieron un gran número de seguidores entre el público argelino (131K en Facebook – 134K en YouTube). Al denunciar la corrupción en las instituciones de seguridad del régimen argelino, él y su familia han sido objeto de constantes amenazas de muerte, intimidación, acoso y hostigamiento crónico por parte de los agentes de los servicios secretos argelinos y sus trolls en línea. El 4 de agosto de 2020, fue objeto de un brutal ataque en Alicante por parte de argelinos que pueden estar vinculados con Saïd Bensedira, informador de los servicios secretos de la seguridad militar argelina que publicó una amenaza explícita en las redes para dañar a Abdellah el 31 de julio 2020.
El régimen despótico y militarizado argelino intentó por todos los medios acallarle, le presionaron a él y a su familia. Intentaron piratear su teléfono, sus correos electrónicos y sus cuentas en las redes sociales. El pasado mes de marzo, se inventaron que Abdallah formaba parte de un supuesto complot liderado por un hombre de negocios falso – llamado Ahmed Mansouri – involucrado en tráfico de drogas, lavado de dinero e islamismo, actividades con las que Abdellah no tiene absolutamente ningún tipo de relación. Sin embargo, el régimen argelino utilizó el nombre de Abdellah en esta engañosa escenificación para emitir una orden de arresto internacional basada en un ridículo asunto de «terror».
Mohamed Abdellah es un pacífico activista anticorrupción. El régimen ilegítimo argelino es conocido por inventar todo tipo de acusaciones infundadas contra sus oponentes políticos. No es de sorprender pues que esté jugando desesperadamente la llamada carta del terrorismo para conseguir que un estado democrático como España deporte a un hombre libre y honrado. España no debe caer en la trampa y cometer un acto irreparable.
Si España traslada a Mohamed Abdellah a Argelia, acepta claramente que este hombre sea sometido a duros actos de tortura dignos de la época medieval, practicados en los lugares más oscuros del cuerpo de seguridad militar argelina. En definitiva, acepta que se entierre a un hombre vivo en la tumba de la injusticia, con todas las consecuencias previsibles para él y su familia durante las próximas décadas.
Se trata de la preparación y comisión de un horrible e impactante crimen por parte del régimen militar argelino, ayudado por España, para asesinar a un hombre completamente inocente con consecuencias catastróficas para su esposa y sus hijos pequeños. Sobre todo, se trata de un peligroso incumplimiento de las obligaciones de España en virtud de lo dispuesto en el artículo 3 de las Convenciones de Naciones Unidas y Europa contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes:
Articulo 3 (UNHCR)
- Ningún Estado Parte podrá expulsar, devolver o extraditar a una persona a otro Estado cuando existan motivos fundados para creer que correría peligro de ser sometida a tortura.
- A los efectos de determinar si existen tales motivos, las autoridades competentes tendrán en cuenta todas las consideraciones pertinentes, incluida, en su caso, la existencia en el Estado de que se trate de un cuadro constante de violaciones manifiestas, flagrantes o masivas de los derechos humanos.
Articulo 3 (CEDH)
«Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos inhumanos o degradantes»